Cualquiera que tenga una empresa o que maneje un negocio sabe lo importante que es la financiación para el desarrollo de las actividades diarias. De hecho, la sociedad se maneja a pagarés; a treinta, sesenta, noventa días. Hoy que la economía parece estar recuperándose lentamente de las secuelas de la crisis, esto parece más cierto todavía. Justamente por eso, es necesario tener presentes las ventajas y desventajas del crédito bancario.
Cómo pedir financiación a un banco para tu empresa
Existen muchas maneras de conseguir la financiación que una empresa o un proyecto empresarial necesita. La más segura y confiable es la vía bancaria. Sin embargo, existen otras como las subvenciones públicas, el capital de riesgo, el préstamo participativo o el crowdfunding, entre otras. Cada una de estas opciones se elegirá siempre en función de los requerimientos del proyecto o empresa, su envergadura, el tipo de actividad en que se inscriba, etc. Es necesario tener en cuenta cuánto del capital de la empresa provendrá del préstamo o crédito solicitado, al tiempo que consideramos en qué vamos a invertirlo. Si bien hay que tener una mirada de largo plazo, no hay que olvidar el hecho de que la entidad prestamista nos pedirá un pago mensual de dicho monto, por lo que debemos generar ingresos mes a mes.
Si se trata de pedir crédito para un negocio pequeño, puede ser suficiente con el préstamo personal o con la ayuda de familiares y amigos. En caso contrario, tratándose de un proyecto mayor, debemos recurrir a entidades financieras cuya capacidad de financiación sea también mayor. Si nos concentramos en una pequeña o mediana empresa, la cual necesita de una inyección de capital y condiciones de pago a largo plazo, lo mejor siempre es recurrir a la financiación bancaria. En este caso, debemos presentar un plan de negocios bien desarrollado y preciso, justificar nuestra capacidad de pago y seguramente nos pidan también un aval o garantía en caso de impago, lo cual puede significar un riesgo grande si se trata de bienes personales. Al mismo tiempo, debemos conciliar los siguientes aspectos para asegurarnos de que nuestra elección sea la correcta:
- El importe solicitado
- Las condiciones y el plazo de pago
- Las características específicas de nuestro negocio
- Las políticas de refinanciación del prestador
En cuanto a los requisitos que los bancos suelen solicitar para la acreditación de un préstamo o crédito, podemos mencionar los siguientes:
- Ser mayor de edad
- Presentar comprobante de domicilio legal y documento de identidad
- Historial crediticio favorable
- Tener o abrir una cuenta bancaria propia
- Demostración de ingresos y aval o garantía
Los tipos de préstamos bancarios a los que puedes acceder son varios y están pensados en concomitancia con los distintos tipos de negocios y proyectos que suelen requerir financiación en el mercado; préstamos personales, para emprendedores, microcréditos para el hogar, etc. Todas estas opciones presentan requerimientos propios en relación con el mercado, pero lo estándar es que el monto solicitado sea lo que defina la categoría en la que se inscribe el préstamo.
Por eso es importante dirigirse al banco con una definición de los requerimientos de tu proyecto y una idea clara de cuál es tu actividad. Debes recordar que los bancos se encuentran con este tipo de operaciones todos los días, y saben lo que hacen. La concesión del crédito será más difícil según sea mayor el monto solicitado. Sin embargo, si demuestras compromiso de pago y seriedad, no deberías tener problema.
Ventajas y desventajas de pedir un crédito o préstamo bancario para una empresa
Como se aclaró más arriba, las ventajas y desventajas de un préstamo bancario dependerán del tipo de negocio que quieras llevar adelante y sus particularidades. Una vez seguro de que es un crédito bancario lo que necesitas, debes elegir entre los distintos tipos que la entidad ofrece. Sin embargo, en sentido general, podemos hablar de las ventajas y desventajas que suelen ofrecer las entidades bancarias.
Ventajas de pedir financiación bancaria
En primer lugar, los beneficios de un crédito bancario son la sostenibilidad a largo plazo, las opciones de refinanciamiento y, por supuesto, el monto deseado. Pero también tendremos los siguientes beneficios:
- Tendremos un conocimiento en tiempo real de la deuda.
- La capacidad de refinanciamiento y las seguridades jurídicas vigentes.
- Amortización del pago total mediante cuotas fijas.
- Posibilidad de cancelación anticipada.
- Alto rango de instrumentos para diferentes fines: pagar otras deudas, comprar maquinaria o insumos, tomar una hipoteca sobre una propiedad, etc.
- Flexibilidad sobre nuestra capacidad económica, contemplación de los requerimientos específicos y funcionales del negocio para la determinación de las cuotas de pago, el plazo de devolución y el tipo de interés operante.
Desventajas de la financiación bancaria
A la hora de hablar de las desventajas, las consideraciones son las mismas que en el apartado anterior; podemos encontrarnos con un ambiente abrumador cuyos requerimientos y actividad corporativa nos resulte impersonal. Por eso es importante hacer el trabajo previo de conocer cómo operan. En sentido general, podemos hablar de las siguientes desventajas a la hora de contratar un crédito bancario:
- La determinación específica de un capital que no podrá ser modificada en lo sucesivo.
- La justificación de ingresos o un aval o garantía en caso de impago.
- En el caso de los préstamos en firme, los fondos no podrán cambiar de propósito.
- En caso de atrasarte con algún pago, los bancos suelen ser inflexibles en cuanto a los intereses y penalidades monetarias correspondientes.
- Si se trata de un negocio difícil o riesgoso, también lo será el ofrecer un aval personal o familiar al banco.
- Puedes encontrarte con comisiones o gastos de gestión, los cuales pueden aumentar si necesitas tramitar una refinanciación o si existe algún inconveniente que obligue al banco a revisar la situación de tu cuenta.
Estudiar las ventajas y desventajas del crédito bancario arroja una serie de variables y factores elementales a tener en cuenta. Estos variarán según el perfil del negocio y la actividad en que se inscriba, su envergadura y constitución jurídica. Sin embargo, resulta evidente que se trata de una de las mejores alternativas para negocios que apuntan a sostenerse a largo plazo y sentar las bases para el crecimiento.