La crisis económica ha puesto más difícil que nunca, modificando las políticas de concesión de créditos y préstamos de bancos y entidades financieras. Así pues, a la hora de conceder un préstamo, las entidades bancarias y financieras tienen en cuenta una serie de criterios y condiciones para valorar el riesgo de esta operación. Esto quiere decir que no cualquier persona tendrá acceso a estos productos bancarios, sino que será preciso que el cliente reúna una serie de requisitos para poder obtener financiación. Es por ello fundamental saber qué requisitos pide el banco para un préstamo.
Requisitos exigidos por el banco para conceder un préstamo a una empresa
Cada entidad bancaria o financiera exigirá, a la hora de conceder un préstamo, podrá establecer unas condiciones diferentes, dependiendo estos requisitos de financiación de la política de concesión de préstamos y de riesgos del banco en cuestión, de la finalidad del préstamo y de la cantidad de dinero en que consista este. No obstante, hay requisitos que suelen exigir con bastante habitualidad las entidades bancarias para obtener financiación de los bancos. Estos requisitos son los siguientes.
Mayoría de edad y capacidad de obrar
Un préstamo bancario es un contrato en virtud del cual una entidad financiera o bancaria transfiere la propiedad de cierta cantidad de dinero al cliente solicitante a cambio de que este devuelva el dinero en un periodo de tiempo pactado más los correspondientes intereses.
Como ocurre con cualquier otro contrato bancario, es preciso que el cliente tenga capacidad de obrar, es decir, la capacidad suficiente para obligarse a través de este contrato. Por ello, el cliente deberá ser mayor de edad y no estar incapacitado.
Solvencia e ingresos suficientes
Quizá el requisito más importante para la concesión de un préstamo sea la cantidad de ingresos mensuales que percibe el cliente, ya que de esta cuestión dependerá la capacidad de este para devolver el dinero a la entidad bancaria en el plazo de tiempo pactado. Así pues, el banco tendrá en cuenta los ingresos que percibe el cliente por la actividad laboral que desempeña, a lo cual se le restará la cuota mensual de otros gastos o préstamos (por ejemplo, la hipoteca).
Para que el préstamo sea concedido debe haber margen suficiente entre los ingresos y los gastos, de forma que el cliente tenga capacidad para devolver al banco el dinero prestado de forma relativamente fácil.
Ilustremos este requisito con un ejemplo: imaginemos una persona que percibe unos ingresos de 1.500 euros netos mensuales. Tiene unos gastos de 400 euros mensuales en concepto de hipoteca y 150 euros mensuales en concepto de préstamo para un coche. Si restamos a los ingresos los gastos, el cliente percibe 950 euros mensuales.
Como regla general, las entidades bancarias solo concederán el préstamo cuando la cuota de este no supere el 30% o el 35% de los ingresos netos mensuales. En este caso, las cuotas mensuales del préstamo podrían tener un importe máximo de algo más de 300 euros.
Estabilidad laboral
No solo es importante tener unos buenos ingresos mensuales, también la estabilidad laboral del solicitante del préstamo es un criterio fundamental que determinará la concesión de la financiación del banco. Así pues, el banco tendrá en cuenta las siguientes cuestiones:
- Contrato indefinido: un cliente que tenga un contrato indefinido tendrá mayor estabilidad que un cliente que esté contratado en virtud de un contrato temporal. Así pues, la estabilidad laboral en su máxima expresión será de la de un funcionario público.
- Número de años trabajados para la misma empresa: además del tipo de contrato laboral que une al cliente y a su empleador, la entidad bancaria tendrá en cuenta el número de años que el cliente lleva trabajando para la misma empresa. Esto es importante porque cuanto más años lleve trabajando el cliente para el mismo empleador, más caro será despedirlo, lo que hace más improbable que esto ocurra.
Historial bancario
La entidad bancaria también analiza el historial bancario del cliente, de forma que es preciso estar en posesión de un historial bancario positivo. Además, tener un buen historial bancario puede compensar el hecho de que los ingresos del cliente no sean muy cuantiosos.
Para tener un buen historial bancario es fundamental que la persona esté al corriente de sus pagos y sea buen y fiel cliente de la entidad bancaria —llevar varios años confiando en el mismo banco aumentará la confianza de la entidad en el cliente—.
Fichero de morosos
En España existen diferentes ficheros de morosos (ASNEF, CIRBE y RAI), en los que aparecerá la identidad de aquellas personas que tengan deudas pendientes con diferentes empresas. Las entidades bancarias revisan estas listas de morosos para comprobar que el solicitante del préstamo no tiene deudas pendientes.
Las entidades bancarias no suelen conceder préstamos si el solicitante está incluido en una lista de morosos, si bien sí existen diferentes empresas financieras que permiten la concesión de un préstamo rápido o un microcrédito aunque el cliente esté incluido en un fichero de morosos. No obstante, este tipo de productos financieros suelen aplicar altas tasas de interés.
Capacidad de ahorro
Aunque la solvencia y la estabilidad de los ingresos son criterios fundamentales para la concesión de un préstamo, son muchos los clientes que se encuentran en situaciones peculiares, por lo que no debe extrañar que las entidades bancarias revisen la trayectoria vital del cliente en cuestión. Así pues, se puede basar la decisión sobre la concesión de un préstamo a una persona en el modus vivendi de esta. Esto es: el banco analizará el ahorro del cliente, su comportamiento despilfarrador o no y las circunstancias que lo han llevado a no generar ahorro.
Nivel de endeudamiento
Para que la entidad bancaria conceda el préstamo al solicitante, es preciso que este no esté endeudado, de forma que el nivel de endeudamiento del cliente no podrá exceder del 40% de los ingresos del trabajador.
Finalidad del préstamo
Los bancos y entidades financieras también tendrán en cuenta la finalidad del préstamo solicitado, de forma que no concederá aquellos que considere innecesarios. Por ejemplo, es poco probable que una entidad bancaria conceda un préstamo para pagar la celebración de la primera comunión o para hacer pagar las vacaciones.
Sin duda, los préstamos hipotecarios son muy utilizados, sobre todo para poder pagar determinados bienes cuyo precio es muy alto, tal es el caso de una casa o de un vehículo. No obstante, no todos tienen acceso a este tipo de financiación, ya que se han de cumplir una serie de requisitos.